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| Reciclaje pre-consumo. El residuo se utiliza dentro del mismo sistema de producción. |
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| Reciclaje post-consumo. El residuo es integrado a un sistema de producción diferente al original. |
Sitio dedicado a la divulgación de la investigación en Humanidades y las Artes, realizada en el Posgrado de Artes y Diseño de la U.N.A.M. Así también a la reflexión de temas referentes al diseño, la comunicación y lo visual. ¡Sean todos bienvenidos!
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| Envases de poliestireno expandido. Generan problemas de contaminación y manejo de residuos. Elaborados a base de un recurso no renovable. |
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| Botellas biodegradables. Aumentan la demanda de maíz o caña. Encarecen los productos alimenticios, haciéndolos inaccesibles para grupos desfavorecidos. |
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| Envases fabricados de membranas. Emulan a la naturaleza. Los residuos de un proceso son el combustible de otro nuevo. |
Sin duda, si hablamos de
sustentabilidad o desarrollo sustentable, estamos comprometidos a tocar temas
de economía o modelos económicos, en ese sentido este asunto pretende dar una
visión general de los tres colores de la economía. Actualmente, estamos oscilando
entre tres matices. Comenzaremos por describir, el modelo económico denominado,
rojo. A todas luces ha sido este, objeto de críticas, reproches y análisis
exhaustivos. Llevando a la conclusión, que se trata de un modelo poco
equitativo, muy invasivo, que ha generado y propiciado modelos de consumo y
producción excesivos, en pos de un “bienestar”, orillándonos a gastar más de lo
que podemos ganar, en consecuencia, a una deuda interminable. “Una economía
roja que toma prestado de la naturaleza, de la humanidad, de los bienes
comunitarios, sin intención de saldar la deuda, tan solo de posponerla” (1).
En esta economía roja, el indicador de desarrollo, es
el llamado producto interno bruto (PIB), que marca los niveles de producción de
bienes y servicios, así como la competitividad de las empresas. Sin embargo,
este indicador no incluye en su medición, el daño al medioambiente que causan
las emisiones de gases a la atmósfera, ni el uso indiscriminado de recursos
naturales no renovables o los salarios ínfimos de los trabajadores, mucho
menos, la desigualdad social y económica. Tampoco toma en cuenta en sus
indicadores, sencillas acciones que generan bienestar entre la población, como
el trabajo voluntario. Contradictorio es que la violencia o el aumento de los
crímenes en las megalópolis, puede influenciar de manera positiva y hacer
crecer el PIB de una nación. “No tiene sentido una economía medida por el PIB,
que aumenta cada vez que se produce un caza supersónico, una bomba atómica, un
revólver; o que aumenta la renta per cápita, cada vez que las armas son usadas
y disminuye el número de personas” (2). Vivimos en un ilusorio y falso estado
de bienestar, pese a que el modelo económico actual ha comprobado que está en
plena decadencia y nos ha conducido a la crisis actual, muchos se empeñen en
defenderlo y perpetuarlo.
Del otro lado de la moneda, tenemos una estrategia denominada la economía
verde, un intento de abordar el tema de la sustentabilidad, el cuidado de los
recursos y la preservación del medioambiente, desde un enfoque mercadológico,
superficial de apariencia o de alguien bien intencionado en el mejor de los
casos; sin embargo, ha requerido que los productores inviertan más y los usuarios
paguen más, entonces caemos en la cuenta que esta economía de lo verde resulta
cara, aparatosa, llena de buenas intenciones, en algunos casos engaños,
generando muy pocos o nulos resultados. Por ejemplo, el uso excesivo de agua y
energía en el reciclaje del papel, el greenwashing o las falsas certificaciones.
¿Qué hace falta, entonces, para enfrentar este reto, sobre el cuidado de los recursos? Considero que una opción sería abordar el
tema desde una perspectiva integral, es decir, no solo preocuparnos por la
preservación, sino también de la regeneración y por supuesto la evolución. Es
aquí donde aparece un concepto llamado, economía azul. A partir de la década
de los ochenta, Gunter Pauli un ecónomo belga, comenzó a gestar un modelo de
negocios, desde conjeturas éticas y científicas. Este modelo pretende la
creación de capital social con respeto a los recursos naturales sin olvidar el
aspecto económico. Pauli se dio cuenta de que los ecosistemas naturales
presentaban una serie de interacciones productivas y evolutivas donde el
desecho de unos, es el alimento de otros, entonces dedujo que si estos habían
sobrevivido millones de años con esta dinámica, sería provechoso que los
humanos emuláramos estos procesos. “La economía azul consiste en asegurar que
los ecosistemas mantengan su trayectoria evolutiva de manera que todos podamos
beneficiarnos del inagotable caudal de creatividad, adaptación y abundancia de
la naturaleza” (3). La economía azul aspira a contribuir al diseño de un nuevo
modelo económico que sea capaz no solo de responder a las necesidades de todos, sino también de convertir la escasez en suficiencia e incluso en abundancia; sin embargo, debemos ser cautelosos con este modelo y tener en consideración,
que los ecosistemas, poseen una serie de complejas interacciones entre los
organismos que lo componen, donde algunas de estas intrincadas interacciones no
necesariamente son lo más justo, pero sí lo más beneficioso.
Referencias:
1. Pauli, Gunter. La economía azul, 10 años, 100 innovaciones, 100 millones de empleos. Ed. Matemas tus quets. España 2011. p. 21
2. Buarque, Cristovam. Los colores de la otra economía. [en línea] Fecha de
consulta: Mayo 21 2013. Disponible en: <
http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=78258>
3. Pauli. Op. cit; p. 2
Para el final de la década de los años ochenta, La Organización de las Naciones Unidas hizo presente y publica su postura frente a lo que el...